lunes, 23 de julio de 2012

Lo único que quiero es amarte bien.


-Rózame con tus manos. Acaricia mi cuerpo como si fuera el paisaje de ese desierto que descubriste un verano y te dejo boquiabierto. Gánate la alegría de mi corazón apagado desde la muerte de mis padres. Párate en los costados, y rózalos al máximo, pero con cuidado, si aprietas mucho me harás cosquillas, comenzaré a reir como una loca y no tendré piedad de arañarte. Haz que este calor veraniego sea menos díficil de soportar con tus silbidos cariñosos, con tu voz clara y segura. Consigue olvidar los días tristes y amargos que aquel pasado me trajo, hasta el día en que entraste tú en mi vida, durmiendo y domando mi corazón de leona, con el fín de ganártelo poco a poco. Pinta de un color feliz y transparente la sonrisa que te dedico exclusivamente a ti esta noche, tapando las heridas del alma.

+Dime dónde empieza y acaba tu pelo. En qué zona del cuello hay que morderte para que se te quede la zona marcada y mañana por la mañana cuando nos levantemos, lo primero que hagas sea mirarte al espejo, sonreir para que brille el sol, y que te bese ese chupetón para recordar esta loca noche. Deja llevar tus labios carnosos hacia el mundo de los besos eternos, hacia un mundo dónde no existía más ruido que nuestros gémidos cariñosos, dónde no existe crisis y en el que no somos ricos de dinero, pero sí de felicidad. Cuentame que nunca nadie te ha tocado, y que quieres que yo lo haga siendo el primero y el que lo haga hasta el día en que ambos nos vayamos al otro barrio. No pares de repetirme que me quieres, de recordarme que tú eres la persona que convirtió mis sentimientos en lo más extraordinario que tengo en este cuerpo de hombre normal, cuyos ojos marrones claros, se convirtieron en naranja debido a las chispas que noté en tus mejillas, en tus párpados.

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