Héroes.

Héroes no son aquellos que por celebrar un hecho ya son superiores a los demás. Héroes somos aquellos que siempre estamos contigo a las buenas y a las malas. Héroes somos los que te gritamos que le echéis huevos cuando todos sabemos que ensuciáis la camiseta por dinero. Héroes somos aquellos que tenemos que soportar las burlas de nuestros eternos enemigos porque vosotros hacéis que nos avergoncemos otra vez de vosotros. Héroes somos los que a pesar de que no deis la cara por nosotros, vamos a verte todos los domingos y si jugáis fuera te seguimos por la televisión. Héroes somos los que a pesar de todo como si jugarais con equipuchos de pueblo seguimos yendo las 40.000 personas de siempre que te queremos hasta la muerte. Que nacimos con tu escudo tatuado en el corazón, que te hemos acompañado cuando nos habéis dado tardes y noches de gloria, que nos habéis hecho jugar en las estrellas, y que hemos estado contigo a las malas cuando hemos jugado en el infierno. Cuando toda España se ha reído en nuestra puta cara porque 23 hijos de puta ven más dinero que futbol. Héroes somos los que cuando va mal nos lanzamos a la calle y sacamos a 50.000 personas para pedir que dejen ya de hacernos sufrir. Héroes somos aquellos que si jugarais un partido por desaparecer llenaríamos el campo, os acompañaríamos desde el hotel hasta el estadio que lleva nombre de gilipollas. Héroes somos aquellos que no perdemos la esperanza por ti, de que gritamos hasta el final para llevaros en volandas hasta el gol que nos de la alegría. Héroes somos los que si jugáramos una final con vosotros y la perdiéramos nos quedaríamos en el estadio, os felicitaríamos, y animaríamos a nuestro equipo, mantendríamos nuestro orgullo, porque cuando nosotros caemos, caemos dando la cara, echando 2 cojones.
¿Y vosotros? Vosotros que parece que se os olvida que hace poco erais una puta mierda como nosotros. Que parece que se os olvida que el primer partido que jugasteis en vuestro estadio fue contra nosotros. Ah, por cierto, lo perdisteis ;) Que se os olvida que si por algo os tienen asco allá por donde vais es porque os hace falta una lección de humildad. ¿Qué os tienen que bajar de las nubes para que volváis a ver lo que sois? ¿Qué ahora tenéis una buena racha? Ya y nosotros también y ya la tendremos otra vez.
En fin…
¡Te quiero Betis! Y no me arrepiento de ello.

Lluvia pintada.

Está lloviendo a cántaros. Las tormentas se agolpan una tras otra en el cielo grisáceo, los truenos suenan uno más fuerte que el anterior, pero con mucha menos fuerza que el siguiente. No he podido salir de casa para poder verte, ni correr contigo bajo la lluvia, acariciarte cuando un rayo lejano aparecía en el cielo.
Como no he podido verte, hice algo estúpido. Cuando una llega a una edad, se da cuenta de que las únicas personas capaces de realizar actos estúpidos por las personas de las que se sienten atraídas son los enamorados. Cogí un folio en blanco que estaba sobre la nada en medio de la mesa del salón, y a continuación fui a por un lápiz. La estúpidez consistía en plasmar sobre la hoja blanca un retrato tuyo. Nunca he sido de ser un pintor decente, y es más, siempre cuando daba Educación Plástica y teníamos que colorear, a veces me salía. Pero estoy seguro que saldrá bien, porque tú eres la propia motivación para hacerlo.

Empecé por tu pelo largo castaño. Lo trataba de dibujar de la misma manera que lo tienes cuando el viento lo mueve cuando caminas y lo luces por la calle. Trataba de hacerlo perfecto, de que tu pelo terminara justo en tus hombros. Seguí por tu cara. Es díficil intentar hacer competencia a una de las mayores bellezas que ha creado la humanidad como es tu rostro, con un dibujo tuyo. Tus ojos verdes tímidos y profundos, fue lo que mejor me salió. Me siento tan identificado con ellos, que no me hizo falta ni hacerme la idea de cómo hacerlo. Me salieron solos, cuando hemos estado tus labios frente a los míos, los míos frente a los tuyos, antes de besarte he puesto mis ojos corrientes marrones frente a tus sobrenaturales ojos verdes, y es un recuerdo instantáneo con el que te levantas todas las mañanas para ser feliz.