jueves, 27 de diciembre de 2012

_______El mundo de los recuerdos._______

Súbete a mis hombros. Seré tu caballito. No te prometo llevarte ni muy lejos, ni muy cerca, simplemente prometo llevarte a cualquier lugar sin rumbo en el que sólo estemos tú y yo. Tu risa y mi sonrisa. Nosotros dos y Su Majestad, la música, que tratará de hacernos una traviesa competencia, pero se quedará en un segundo plano cuando te bajes de mis hombros, cerremos los ojos, te acerques a mí, y yo a ti.

Y me da exactamente igual que se rían de mí por querer llevarte a mis espaldas como a los entrañables niños pequeños de tres años. Porque estoy tan absolutamente loco por ti, que sería tu perro, gato, elefante, burro, vampiro, por ti. Y lo haría una vez tras otra, por verte otra vez sonriendo, como el primer día que te conocí, como la primera vez que te vi.

Los humanos necesitan aire, agua, comida, y dormir en una cama para poder sobrevivir. Yo, con lo único que me conformo es en dormir en tu pecho, rodeado de tus pequeños, pero a la vez enormes brazos. Patinar juntos por la nieve, perderme durante la navidad en cualquier ciudad perdida. Sufrir cuando tú sufres, reír cuando tú ríes, enfadarnos cuando tú te enfades, enamorarme de ti cuando tú te enamores de mí.
Y todo ello dentro de nuestro mundo prohibido. De nuestro mundo dónde todo es un océano, un atardecer. Ese mundo que forman nuestro polo norte y sur. Ese mundo en el que cada vez que me miras de reojo quiere decir que deseas otro tímido beso.

El mundo de los recuerdos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario