miércoles, 4 de julio de 2012

Cara o Cruz.

-Te odio. No te soporto cuando te pones celoso, o cuando me sacas a relucir tu personalidad de niñato chulo inmaduro. Eres encantador, pero ya no puedo más, siempre he estado ahí cuando me has necesitado, pero ya se acabó. A partir de ahora búscate a otra que te aguante tus tonterías y tus salidas de tono. Quiero que seas feliz ¿sabes?, pero dudo que lo seas junto con otra persona que no sea yo. Yo dejé mi carrera a los tres años para escaparme a otro país junto a ti, me peleé con mi familia y lograste que también olvidara a mis amigos de siempre, y todo para conseguir tu amor. He tenido momentos muy felices junto a ti, y también lo hemos tenido malos, pero nuestra historia de dos acaba aquí. Contigo he perdido la virginidad, y aprendí a soñar. Logré perderle el miedo a todo, a ser fuerte y sentirme guapa. Empecé a amarte pero luego crucé la fina línea que hay entre el amor y el odio. La gota que colmó el vaso fue tus celos por él. No sé como coño puedes pensar que te he sido infiel con otro cuando tú mismo sabes que siempre he sido tu esclava. Me has tenido rendida a tus pies.


Yo no puedo verla llorar, no lo soporto. Odio ver llorar a cualquiera persona, pero si es a ella el corazón se me para, y me dice: "Tío, la estás cagando. La chica más bonita del mundo está delante tuya explicándote los sentimientos, cuando tú mismo sabes que es imposible explicarlos." Para entonces, ya tenía puesto los huevos de corbata, y el nudo de aquella corbata celeste como sus ojos ya que estaba apretando a reventar. Llevaba todo el cuerpo sudado, pero especialmente la frente, y por la tensión que había en el ambiente pues más aún. Cuando llegué a casa me encontré los cristales por el suelo, las fotos partidas en mil trozos y quemadas dentro de la chimenea. Al ver este panorama, solté la americana en el suelo y fui a preguntarle que le pasaba, pues la vi sentada de rodillas con la mirada escondida entre los brazos con el rostro empapado por lágrimas de angustia.
Entonces, se me ocurrió una gilipollez: metí las manos en mis bolsillos, y encontré mi cartera. De ella saqué una moneda y dije:


+La vida es suerte. Y yo tengo mucha suerte de que mi vida está y estaba en tus manos. Pues ahora lo vamos a echar a suerte. Vamos a jugar a cara o cruz. Yo pido cara.


-¿Me estás tomando el pelo? No me hace ni puta gracia toda esta broma que me estás gastando, yo hoy he explotado todo lo que llevo sintiendo varios meses, y tú ahora me vienes con que nuestra relación la va a decidir una maldita moneda. ¿Estás loco? ¿Qué va a pasar si sale cara? ¿Me vas a pedir que te de una monedita para el carro del supermercado?-Su cara lo decía todo, no entendía nada de lo que estaba haciendo, y no daba una sola remota opción de que el juego de la moneda fuera en serio.-


+Si sale cara, esta conversación no habrá existido. Seguiremos juntos tan felices como el primer día. Yo haré todos los esfuerzos por no tener celos, por intentar ser perfecto, tal y como tú me deseas. Y dejarás de ser mi esclava, por qué serás tú a partir de hoy mi dueña. La que controlará mis pasos y mis latidos del corazón. Mis manos solo podrán tocar otros cinco dedos que serán los tuyos. Me tatuaré tu nombre en todo el cuerpo, y me vendaré los ojos cuando salga a la calle, porque solo querré ver tus ojos al resto de mi vida. Serás mi compañera de tenis, de pádel y de parchís. Serás esa niña chica que los días de tormenta tranquilice contándole cuentos de una princesa que un día se convirtió en la chica que un humilde hombre juró amar para siempre. Volaré al fin del mundo para comprarte un regalo de cumpleaños, y me pelearé con quién haga falta para regalarte la rosa que más se parezca a tu pelo en verano. Borraré las líneas que existan entre el amor y el odio, porque si tú a mí me llevas odiando durante mucho tiempo, yo a ti cuando te odio, es cuando más atractiva te veo, te siento, y cuando más ganas de devorar tu cuerpo tengo.


-¿Y si sale cruz? ¿Qué va a pasar entre tú y yo? ¿Nuestras pieles volverán a juntar a la perfección como antes, o ya nos cruzaremos y no sabremos reconocernos saber quienes somos?


+Pues lo que tú dices. Yo me esfumaré como la huella de tus pies en la arena del mar, me desterraré inmediatamente de tu corazón. Olvidaré como te llamas y romperé las cartas que nos dedicábamos en verano. Me quitaré todos tus recuerdos, y los echaré a volar por el balcón, deseando que la gaviota que se los lleve a tu próxima pareja tenga la suerte que yo nunca tuve, o que tuve pero no supe aprovechar a la perfección. Pondré un cartel en mi mente que diga prohibido recordar las noches que pasamos juntos en aquel colchón viejuno. Volveré a aquella etapa en la que tomaba las cervezas solo en aquella taberna en la que solamente habían hombres borrachos sufridores. Nunca más volveré a esperarte bajo la lluvia en aquel descampado de tu barrio, y quién sabe que dirección tendrá mi vida si no la vuelves a controlar tú.


-Eres estúpido, pero por una vez voy a dejar que lo estúpida que es mi vida me guíe. Te amo con todo mi alma, y estoy dispuesta a seguir contigo si me prometes un cambio en ti. Todo eso sucederá si sale cara, pero si sale cruz, inmediatamente haré las maletas y volveré a casa.


Cuando acabó de hablar decidí dar un paso adelante y coger la moneda que yo mismo había colocado en la mesa mientras le explicaba lo que quería hacer. Cogí la moneda con mi mano diestra, y el resultado es.........................

No hay comentarios:

Publicar un comentario