viernes, 12 de octubre de 2012

tú y yo, a la primera persona.


Bajo la lluvia o bajo los rayos de sol, en el amanecer o en atardecer, tú y yo caminaremos por los cinco continentes, saltando de oceáno en oceáno y te contaré un par de secretos acerca de mí: Tú vas a ser la primera que le abra mi interior, que vea mis heridas, pero también lo tierno que me siento con tu aroma en mi espalda, como cuando veo todas las mañanas el suavizante del champú de tu pelo caer sobre la cáscada de tu cuerpo.

Enamorarse de ti es como enamorarse de la locura, del desenfreno, del vivir a toda marcha, pastilla, prisa, de noches sin dormir, caricias y besos interminables, de sonrisas al verte, de tímidos gémidos al tocarte, de desnudos inolvidables, de emoción al rozarte, noches que perfectamente podrías ser cuentos de hadas. Miles de canciones sonando en la radio, mientras mis manos se pierdan por el desierto de tus muslos.
Desabrochar un sujetador no es mi punto más favorable pero se besarte el pecho de una manera distinta. Todo el mundo desea follarte, yo lo llamo hacerte el amor, jugar tus pies con los míos.

Hay caminos por los que caminamos por miedo a que nos atraquen o que nos ocurra algo malo, yo contigo de la mano, me siento a la velocidad de la luz. Contigo, no tengo miedo a nada, bueno, sólo le tengo el miedo a una cosa: perderte.

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