jueves, 12 de noviembre de 2015

Anulados.

Ya basta. Hay ciertos límites que no se pueden pasar, y que se han sobrepasado. Entiendo que a los profesores universitarios los alumnos les demos absolutamente igual, pero de ahí al maltrato personal hay una raya que se ha superado.

Da la impresión de que hay profesores que se han ganado cierto trabajo participando en una tómbola en vez de estudiando. De cierta forma puedo comprender que los profesores tengan dos horas de clase y administren éstas como les plazca, pero lo que no me parece justo es que además de llegar tarde, esa persona tenga que terminar la clase cinco minutos tardes de lo que indica su horario, molestando al horario del siguiente profesor. Hay una cosa en la adultez llamada ser responsable, y si ésta no se tiene, mal vamos.

La segunda cosa que molesta mucho es que esa persona que viene de otra comunidad a trabajar en Andalucía, la comunidad más bonita de España, venga a insultar a los habitantes de esta. Porque en cierta manera ya estamos hartos de que nos maltraten desde Madrid o Cataluña principalmente, acusándonos de ser unos malhablados y de ser unos vagos, cuando está demostrado que somos la comunidad más trabajadora, y la que más cultura y arte aportamos al país, solamente hay que ver adónde van a parar los Goyas de todos los años, o nombres que han nacido en nuestras tierras como Machado, Murillo, Bécquer o Cernuda.


Pero lo que más me indigna es el maltrato personal. Si una persona necesita irse en mitad de tu clase porque su hermano lleva casi una persona ingresado en el hospital a causa de una operación de menisco, no puedes ser tan indolente, no puedes ser tan rastrero como para decir que te da igual. Porque precisamente das una asignatura que habla del estudio del ser humano, porque precisamente eres TÚ quien debe dar ejemplo de los principales valores que tiene el ser humano.

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