viernes, 30 de septiembre de 2016

La muerte del PSOE

Mirábamos a las elecciones de Euskadi y de Galicia con mucho cuidado creyendo que algo de lo que sucediera allí podía mover la situación nacional gubernamental del país. Yo soy de los que piensan que en Euskadi y Galicia, además de Cataluña, son regiones distintas, a las que hay que mimar hasta cierto punto. Son regiones que representan el mayor ansia independentista, y allí los cuatro grandes partidos nacionales no suelen tener grandes resultados.

Pero una vez conocido los resultados, hay cosas interesantes. Podríamos hablar del pésimo resultado de Ciudadanos, ese resultado tan malo que ni tienen representación en ninguna de estas dos comunidades, pero supongo que o bien no interesa, o bien que Ciudadanos no tenga tanta relevancia como Podemos, PP o PSOE ya deja de ser noticia.

La otra gran novedad es el resultado histórico del PSOE. Histórico por lo negativo, lo que ha provocado que esa tensión acumulada entre cierta sección socialista y el líder del partido se haya convertido en un asedio contra este último. Pedro Sánchez me parece un tipo que siempre tuvo las ideas claras, siempre quiso un gobierno del cambio en donde el rojo se mezclase sin disputas con el morado y con el naranja. Pero si tan clara tuvo las ideas, también me parece bastante iluso su punto de vista cuando Ciudadanos ha dicho que no le gusta el morado y Podemos ha dicho que no le gusta la naranja. El punto de vista de Sánchez es el que compartimos muchas personas que debemos estar locos o algo, y también es el disparate que rechazan muchos otros. Puestos a decir disparates, añado uno: Adolfo Suárez, una de las personas más importantes en la democracia española, tenía relación con el régimen franquista, y repito, es casi el ideólogo de lo que ocurrió una vez murió Franco. Hay mucha gente que critica Albert Rivera por haber sido en un pasado del PP. Y no les quitaré la razón. Pero yo sí voy a confiar en que las personas pueden cambiar, y a mí me parece que Ciudadanos con el PP no es ninguna marca blanca, empezando porque el propio Rivera es muchísimo más inteligente que el mayor inútil de la historia de España, ese que llamamos Mariano.


Cuando Pedro Sánchez fue elegido como secretario general, Podemos ni existía, y si existía no es ese fenómeno con tanta repercusión como ahora. Lo que les asusta a los opositores a Pedro Sánchez no es que pacten con los radicales, independentistas y ese sin fin de adjetivos que ya hemos escuchado, lo que les asusta es lo que se puede descubrir sobre ellos. Algo mucho más gordo que los ERE o los Cursos de Formación. Lo que les asusta es que les están viendo las orejas al lobo, y por eso quieren quitarse de en medio a Sánchez.

Quieren quitárselo de en medio usando un asedio absoluto desde su partido (habló Felipe González y el pollo se hizo mucho mayor. Y Felipe González encima habla desde Chile en tono cómico “ratificando” sus declaraciones, telita) y desde la prensa. Es algo inaudito toda la basura que se está echando contra él. Y encima él tampoco tiene ya demasiado apoyo. Bajo mi criterio, Pedro Sánchez se ha quedado solo, se ha quedado con apenas un círculo reducido de confianza que dentro del partido tiene poca importancia. Porque sí, es triste pero es así, en un partido político manda más lo que dicen las viejas glorias del pasado que lo que dicen los votantes socialistas del presente.

Con lo cual el PSOE está creando su propia tumba: o Pedro Sánchez obedece a las viejas glorias, traiciona su ideología (y la de su partido, en teoría) y se abstiene para que gobierne el PP otros cuatro años más, o su cabeza va a rodar en poco tiempo para que sea esa gran mujer llamada Susana la que haga feliz a Felipe. Y de esa traición ideológica, quien saldrá perdiendo será el PSOE, pues a corto plazo saldrá contento el PP por gobernar tres años más (con el panorama actual es imposible que lleguen al cuarto, demasiado generoso estoy siendo diciendo que tres), y a largo plazo el beneficiado será Podemos, que captarán la atención de todos los socialistas traicionados.


Una última cosa: es curioso que hablemos de Pedro Sánchez, Felipe González, Susana Díaz, el PSOE y todo esto justamente cuando esta semana ha empezado el juicio de Caja Madrid, ¿no?

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