lunes, 10 de octubre de 2016

Un poco de todo

La semana pasada, para justificarme algo que no tenía sentido por ninguna parte, una persona usó la siguiente frase para referirse a mi queja por el sin-sentido producido: “Ya, pero esto es así, ¿qué le vamos a hacer?” cuando evidentemente, se podría, se puede y se podrá hacer mucho más.

Esa frase tan sonante a resignación me recordó a las declaraciones del corrupto Carlos Fabra hace unas semanas cuando en mitad del ciclón PSOE que acabó con la carrera de Pedro Sánchez aseguró que “él no veía ni ‘la cuatro’, ni ‘la sexta’” y que sin embargo él era muy feliz de la vida. Joder, como para no serlo cuando te has hartado de robar. Y quien no lo comprenda, está claro que “no han entendido nada”.

Como dicen los padres, hay que comer de todo, te guste o no. Y a mí lo mismo me pasa con muchas cosas en la vida. Me gusta leer opiniones distintas a las mías, me gusta leer/escuchar/ver medios de comunicación de todo tipo de ideologías porque teniendo un poco de todo es donde vamos a ser capaces de tener una opinión fuerte y mediada. Y porque para escribir de algo que no te agrada es necesario verlo/leerlo/oírlo, no vale la pena quejarte sin saber de qué te estás quejando.
Volviendo a la primera frase, supongo que esa persona no querrá que hagamos nada contra temas como la propia corrupción, los desahucios o la violencia de género, ¿no? Porque claro, para qué vamos a hacer nada si “esto es así”, si el tener todavía más de tres millones y medio de parado es por la gracia de Dios, si que existan personajes en la política como Donald Trump es por culpa de la naturaleza o que los refugiados estén viviendo un calvario ya es directamente culpa de ellos por haber nacido allí.


Reconozco que tengo la misma facilidad para creer en imposibles que para dejar de crear en ellos. Pero sí creo con mucha fuerza en que no hay nada más potente que la voz del pueblo. Y personalmente yo, mientras pueda hacer algo por cambiar las cosas y por acabar con las injusticias que día a día se producen, todos vemos y callamos porque al final más de uno acaba creyéndose que eso lo ha producido el destino, yo estoy dispuesto a hacerlo. Quien quiera hacerlo conmigo que lo haga, pero que nadie luego diga: “pero esto es así, ¿qué le vamos a hacer?” cuando el perjudicado sea él o ella. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario